América Latina despertó: protestas e incidentes a lo largo de Chile
- Victoria Azcurra Tasiukaz
- 11 nov 2019
- 3 Min. de lectura
Éste viernes pasado en Santiago de Chile, la plaza Italia se lució con una impresionante cantidad de manifestantes, quienes continúan exigiendo el cambio de la constitución del país y también la renuncia del actual presidente Sebastián Piñera.
Cabe recordar que las protestas comenzaron hace 15 días, contra un alza de las tarifas del ferrocarril metropolitano, que derivaron en un intenso y extendido movimiento contra el gobierno y las políticas implementadas en el país por el actual Presidente. La capital fue escenario de violentos enfrentamientos, incendios y ataques al ferrocarril metropolitano, que obligaron a cerrar todas las estaciones del Metro, eje del transporte público de la capital puesto que el Presidente declaró el estado de emergencia en Santiago. Al anochecer, las protestas se extendieron por la ciudad y los manifestantes encendieron barricadas en las entradas y el interior de varias estaciones: hubo destrozos en techos puertas y vidrios. Además, atacaron vehículos policiales y quemaron al menos un autobús.


Con el pasar de los días, las manifestaciones se hicieron mas masivas y el pueblo se expresó a través de una protesta que fue catalogada por toda la sociedad en general y los colectivos organizadores como, “La marcha más grande de todas" convocando a más de un millón de personas.
La policía chilena respondió ante el avance de los manifestantes utilizando chorros de agua, mientras que otros denunciaron en Twitter el uso de gases lacrimógenos en la Plaza Italia por parte de los efectivos.
La manifestación terminó con heridos y detenidos ya que decenas de miles de chilenos llegaron hasta las puertas del palacio presidencial de La Moneda, en cuyas inmediaciones hubo choques entre carabineros y manifestantes, y varias detenciones.
Los disturbios, comenzaron cuando los carabineros intentaron dispersar a la multitud, incluso con gases lacrimógenos y el agua de los carros hidrantes, según indicó el diario santiaguino El Mercurio.


La televisora CNN de Chile mostró imágenes de uniformados llevando detenidos a varios manifestantes, sin que hasta esta noche hubiera un reporte oficial al respecto.
Con todo, las crónicas de los medios locales consignaban que los incidentes eran aislados y no habían alcanzado una magnitud similar a la de jornadas precedentes, que dejaron un saldo de al menos 20 muertos, cientos de heridos y más de 9.000 detenidos.
¿Cuántos muertos más necesitan? ¿Cuántas mujeres violadas en los regimientos de los cuarteles? ¿Cuántos balines incrustados? ¿Es un problema de cantidad?”.

En el registro audiovisual brindado por un reportaje de medios internacionales, las víctimas de la violencia policial cuentan, por ejemplo, cómo después de dispararles los mismos carbineros se burlan diciéndoles que perderán el ojo. Así, el diario se enfoca en mostrar el dolor y las consecuencias que deben enfrentar las personas que han quedado parcial o completamente ciegas, debido a los brutales protocolos de represión de los agentes del Estado chileno.
Otro ejemplo de artículos relacionados a la situación llega desde la BBC, con el reportaje de Verónica Smink, titulado “Protestas en Chile: la ‘epidemia’ de lesiones oculares que ponen en entredicho al gobierno de Piñera”, en el cual se mencionan las cifras de los reportes oficiales del Instituto Nacional de Derechos Humanos.
23 personas muertas, más de 2.500 personas heridas – 400 de ellas por perdigones o balines” -, más de 180 lesionados oculares, muchos de los cuales han perdido o podrían perder la visión de uno de sus ojos.
“Protestas en Chile: la ‘epidemia’ de lesiones oculares que ponen en entredicho al gobierno de Piñera”.
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